Sistema
Preventivo de Don Bosco
Versión
laica
“La
base de toda educación
es
cuestión de corazón”
Don
Bosco
Al
investigar documentos inherentes al Sistema Preventivo de Don Bosco se pudo comprobar
y reafirmar que él fue un personaje visionario y que su Sistema es vigente en
la posmodernidad.
Existe
una gran variedad de interpretaciones del Sistema, se pueden referir la
pedagógica, la social, la moral, por mencionar algunas.
Ante
el escenario político, social y educativo escribió una versión laica de su
Sistema la cual me permito transcribir.
Amable
lector se le solicita de la manera más atenta que al leer el documento en cuestión
sea tan gentil en imaginarse y ubicarse en el escenario que prevalecía cuando
lo escribió Don Bosco.
Este
documento contiene una propuesta educativa de Don Bosco para los jóvenes
atendidos en las instituciones de rehabilitación carcelaria o en los hospicios
y colegios del Estado.
Se
trata de UN PROGRAMA PREVENTIVO, como lo habían pedido el ministro Francisco
Crispi durante un diálogo tenido con Don Bosco en febrero de 1878.
Don
Bosco renovó su propuesta al nuevo ministro José Zanardelli.
El
carácter “laico” de este proyecto específicamente “humanista”, se explica por
las condiciones a las cuales había llegado el proceso de “secularización” del
Estado Italiano, por obra de los gobiernos liberales cada vez más
explícitamente anticlericales que se sucedieron después de la revolución
política de 1848. Proceso concretado en las reformas educativas de ese año
19848, del1857 y del 1859.
Existen,
pues, grades diferencias entre esta propuesta pedagógica y el Opúsculo sobre el
Sistema Preventivo en una “expresión madura y sistemática” del convencimiento
adquirido por Don Bosco de que no puede darse una autentica educación si falta
el aspecto religioso.
En
el 1878 la “ruptura entre los mundos político y religioso es mayor aún, y las
trans-
formaciones
sociales se multiplican con la creciente industrialización de Italia. La
problemática de la juventud pobre, explotada ya a nivel laboral en forma
evidente, lleva a Don Bosco a insistir en la urgente intervención del Estado en
el campo educativo con modalidades preventivas ajenas a la represión
carcelaria, la que se había manifestado no solo ineficaz sino contraproducente.
En
la carta del 23 de julio de 1878 al ministro José Zanardelli, se expresa Don
Bosco de esta manera: sea lo que sea de la propuesta práctica, poco
costosa y de fácil ejecución, hecha por mi al gobierno, le ruego vea en ella mi
constante disponibilidad de entregarme a la disminución del numero de los
muchachos peligrosos(“discoli”), y sobre todo a la promoción de honestos
ciudadanos.
La
intervención de Don Bosco tiene un particular significado dentro de su
constante preocupación por el asunto de la rehabilitación y reeducación de los
jóvenes recluidos en los centros de castigo y en correccionales. Más aún, entre
1867 y 1868, se había mostrado favorable para aceptar la dirección de la granja
agrícola y correccional de Vigna Pía, en Roma.
Aquí se limita a catalogar a los jóvenes
expuestos a graves peligros y a ofrecer los medios prácticos y eficaces para
atenderlos. No excluía que sus mismos salesianos pudieran colaborar en la
aplicación del proyecto que proponía a las autoridades, como se lo expresaba a
León XIII en su carta.
El
texto de tipo laico elaborado en 1878
El
Sistema Preventivo en la educación de la juventud
Dos
sistemas se han usado en todos los tiempos para la educación moral y civil de
la juventud: Represivo y Preventivo. Ambos son aplicados en la sociedad y en
las casas de educación. Daremos una idea general acerca del sistema preventivo
y luego veremos la manera de ponerlo en práctica en las cárceles, los colegios,
los hospicios y en otro tipo de instituciones educativas.
El
Sistema Preventivo y Represivo usados en nuestro medio social
El sistema represivo consiste en dar a conocer las leyes y la sanciones que lo acompañan; después la autoridad debe vigilar para conocer a los trasgresores y sancionarlos. Es el sistema que se emplea, por lo general, en el ejército y entre los adultos.
Pero
los muchachos no tienen la instrucción ni la capacidad de reflexión suficientes
y con facilidad se dejan arrastrar ciegamente a los desordenes ya que se hayan
abandonados a su propia suerte. Si las leyes custodian a los culpables se debe
usar una grande solicitud para lograr que el número de éstos disminuya.
Qué clase de jovencitos podemos considerar en peligro.
Creo que podemos tener no ya por malos, sino en situación propicia para volverse
tales.
1.-
los que emigran de diversas ciudades y pueblos a otros sitios en busca de
trabajo. Por lo general llevan consigo algo de dinero que gastan a los pocos
días. Si después no encuentran trabajo se encuentran puestos en riesgo de darse
al robo y tal vez darse a una vida que acabará por arruinarlos.
2.-
los huérfanos, que sin nadie vele por ellos quedan expuestos a la vagancia y a
caer en compañía de personas que no les conviene, cuando hubieran podido
encontrar una mano amiga, una palabra bondadosa que los condujera por un camino
de dignidad y de honradez ciudadana.
3.-
los que, aunque tengan a sus padres éstos no asumen su responsabilidad, los
echan de su familia y los dejan totalmente desprotegidos. Desgraciadamente hay
muchos padres así de desnaturalizados.
4.-
los vagabundos que caen en las manos de la seguridad pública antes de sufrir un
daño irreparable. Si hubiera para éstos un hospicio donde se les diera acogida e
instrucción y se les prepara para ejercer algún trabajo, podría evitárseles
caer en las prisiones, y más bien, integrarlos a tiempo en su medio social.
Los
medios
Las
experiencias enseñan que si se puede actuar eficazmente con estas cuatro
categorías de muchachos.
1.-
por medio de jardines de recreación en los días festivos. Fácilmente se les
podría atraer amenas entretenciones, con la música, la gimnasia, las carreras,
los saltos, las declamaciones y el teatro. Por medio de escuelas nocturnas y dominicales,
y con el catecismo que es un medio adecuado para que no falte el indispensable
alimento moral a estos pobres hijos del pueblo.
2.-
aprovechar estas ocasiones para darse cuenta de quiénes están sin trabajo y
proveer para que estén ocupados y se les acompañe durante la semana.
3.-hay
jovencitos pobres y abandonados que no tienen con que vestirse, ni con qué
comer, ni alogamiento nocturno para dormir. Para éstos son indispensables los
hospicios y las casas de acogida, con talleres y ocupaciones prácticas o
colonias agrícolas.
La
injerencia gubernamental
El
Gobierno tiene diversas maneras de cooperar, sin necesidad de asumir la directa
administración, ni tocar el derecho que tienen las obras de capital privada
contempladas en la ley.
1.-
proveer de lugares para el esparcimiento festivo, ayudar a dotar e y jardines.
2.-
suministrar locales para hospicios con los recursos necesarios para poner en
ellos talleres y artes manuales para la capacitación de los muchachos que se
albergan en ellos.
3.-
el gobierno debe dejar a la iniciativa los criterios de aceptación de los
educandos y dar una cuota diaria o un subsidio económico mensual para quienes, siendo
de precaria condición económica, sean admitidos. Esto debería tramitarse con
documento emanado por las autoridades civiles, o por iniciativa de empresas
privadas que quieran ayudar de esta manera a los jóvenes que se encuentren en
tales circunstancias.
4.-
el subsidio diario responderá a una tercera parte de lo que cueste la
manutención de un joven recluido en los reformatorios del estado. Tomando como
termino de referencia correccional de la Generala de Turín, y aplicando este
criterio a cada uno de ellos, se puede estimar en 80 centavos la cuota diaria.
De
esta manera el Gobierno prestaría su ayuda respetando la libre colaboración de
la caridad ciudadana.
Resultados
1.-
muchos jóvenes salidos de las cárceles han podido ser orientados con facilidad
al aprendizaje de un oficio con el que se han ganado luego honestamente la
vida.
2.-
muchos que corrían el peligro de echarse a pique, que comenzaban ya a ser
molestos para la gente de bien y creaban problemas a las mismas autoridades públicas,
pudieron superar el peligro y llegaron a ser honrados ciudadanos.
3.-
por los registros se puede constatar que no menos de cien mil jóvenes,
aceptados, educados con este sistema, o aprendieron la música, o hicieron sus
estudios, o llegaron a tener su propio negocio o un taller, o ser maestros
laboriosos y responsables; no pocos alcanzaron algún grado en el ejército.
Muchos
dotados de notable ingenio, pudieron entrar a la Universidad y se laurearon en Letras
o matemáticas, en medicina o en leyes, fueron notarios, farmaceutas o
ejercieron otra profesión.
Juan Bosco, Pbro.
Al
leer detenidamente el documento descrito se presume que Don Bosco no solo pensó
en aplicar el Opúsculo del Sistema Preventivo en su oratorio sino que describió
la versión laica para aplicarlo posteriormente en colegios que dependían del
Estado.
Se
considera que hay propuestas de Don Bosco que con sus adecuaciones se podrían
aplicar en la posmodernidad.
Por
ejemplo, hay comunidades salesianas que cuentan con Centros de Capacitación
para acercar a los alumnos al mundo del trabajo, que en tiempos de Don Bosco
serian la Escuela de Artes y Oficios.
Se espera que al leer el presente documento
les permita conocer aún más Don Bosco y su trascendental obra que le da vida la
Congregación Salesiana en la actualidad.
Por
la admiración a Don Bosco publicaré el documento en mi blog y pongo a su
disposición mi correo electrónico para recibir sus opiniones.
Jesus Rodríguez Mejía
Febrero,
2021
Fuente
Peraza,
F. SDB (2001) SISTEMA PREVENTIVO DE DON BOSCO Colección de
Estudios e Investigaciones. Centro Salesiano Regional (3ª. Edición) Quito,
Ecuador
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