EL MUSEO
“El museo es el recuerdo
perenne del pasado”
J.R.M.
Existen
en todo el mundo espacios físicos y virtuales que el ser humano les da el
nombre de museos.
Ante
esta afirmación saltan a la vista interrogantes básicas como: ¿Cuándo nace el
museo? ¿Qué se entiende por museo? ¿Cuál es la función del museo? ¿Cuántos
tipos de museos hay? ¿Qué difusión llevan a cabo los responsables de
comunicación social para motivar al público a visitar el museo? ¿Cuántos museos
hay en la Ciudad de México?
EL ORIGEN
Primeramente
trataremos de plantear cuál es el origen del museo. Los estudiosos del tema,
mencionan que el ser humano siempre ha poseído la vocación de coleccionista,
por los que se asegura que la evolución del coleccionismo da la oportunidad de
que surja el museo.
La evolución del coleccionismo
floreció muy lentamente, pero fue influenciada fundamentalmente por el
desarrollo económico y social de la casta en la que estaba inmersa.
Los estudiosos puntualizan el
desarrollo del coleccionismo en las siguientes etapas históricas:
Coleccionismo en la Antigüedad Clásica
Durante
varios siglos, Grecia fue el centro más importante de la vida artística y del coleccionismo. Las obras llegaban de todo
el mundo y se depositaban en los santuarios, los cuales se custodiaban con carácter
religioso.
Existían objetos de tipo
religioso con fines laicos que exaltaban la realeza, la manifestación de
fastuosidad y el poder de una monarquía, y los colocaban en sus palacios para
ser admirados por los ciudadanos con fines propagandísticos (Sarcófago Romano).
El
valor de una pieza se producía cuando la
obra artística obtenía la autorización
del “promotor”, quien decidía su suerte, algo semejante a lo que ocurre
en la actualidad con los promotores modernos, críticos de arte, directores de
museos y galeristas entre otros.
La palabra Museo, se emplea por primera vez en Alejandría con la
creación del Museion, fundado por Ptolomeo II.
En esta época, Grecia es la que
abrió sus puertas al comercio artístico romano. Durante el apogeo de la
civilización romana se produjo un cambio importante para la historia del
coleccionismo y los museos al dar utilidad pública a las obras de arte. Marco
Agripa decidió reunir algunas colecciones privadas y abrirlas al público.
Las obras de arte y objetos que
eran fruto de las victorias militares, pasaron a enriquecer la vida de los
ciudadanos, lo que representó, además, un avance hacia el valor de una
colección como patrimonio cultural de todos.
Coleccionismo en la Edad Media
En la Edad Media las iglesias
representaban la única forma de colección, exhibiendo objetos religiosos como
crucifijos que la Iglesia recibía como donaciones reales o populares y formaban
el tesoro eclesiástico y eran inventariados por monjes e ilustrados. La
mayoría eran obtenidos por robos,
saqueos, rapiñas y contenían un gran valor económico, no sólo por la calidad
artística de la obra sino por la nobleza de los materiales.
El mercado del arte se amplió a
sectores comerciales que buscaron adquirir diferentes piezas en los talleres de
los propios artistas, gracias al ascenso de la burguesía. Al contacto con el
arte se le dio valor pedagógico, formativo y científico con la llegada del
humanismo a mediados del siglo XV.
Coleccionismo en el Renacimiento
El coleccionismo de la antigüedad
marcó importantes puntos de referencia, fue el coleccionismo erudito del
Renacimiento el que marcó la aparición del museo como centro de almacenaje y
culto de las clases privilegiadas.
Según
Varine-Bohan la pasión por el coleccionar obras de arte se incrementó durante
el renacimiento. Es famosa la colección que reunieran los Médicis en Florencia,
para su cuidado Lorenzo el Magnífico nombró al escultor Donatello. Existieron
otras familias florentinas que poseían
museos privados, como los Strozzi, los Quaratesi y los Rucellai.
En 1471, el Papa Sixto IV
fundó un Antiquarium abierto al público en el Capitolio de Roma.
El fundador del Museo de Viena fue el archiduque
Leopoldo Guillermo, que había nombrado conservador de sus colecciones al pintor
flamenco David Teniers.
Fernando Habsburgo reunió en su
castillo cercano a Innsbruck, una biblioteca de 4000 volúmenes, medallas,
bronces, cerámicas y tapices.
Coleccionismo durante el Siglo XVIII
Las colecciones reales dieron
inicio entre otras circunstancias, al actual Museo del Prado, este hermoso
edificio se construyó en 1785 y que pasa a ser propiedad nacional en 1868.
En el siglo XVIII, estos tesoros fueron instalados en el palacio
de Belvedere, de Viena, y fueron abiertos al público en 1783.
Las colecciones de los reyes de Francia fueron nacionalizadas en 1793
por un decreto del gobierno revolucionario. Instaladas en el palacio del
Louvre, y fueron abiertas al público bajo el nombre de “Museo de la República”.
Los Museos del Siglo XIX
Entre los años de 1823 y 1847 se
construyó el Museo Británico, en Londres, cuya arquitectura está inspirada en
los Propileos de Atenas.
En 1830 Luís II de Baviera hizo
construir la Gliptoteca de Munich.
En 1843 se instaló en el antiguo
palacio de Cluny, en París, una gran colección de arte medieval.
En 1852 se abrió al público el
último de los grandes museos de Europa: el Ermitage de San Petersburgo.
En
la segunda mitad del siglo XIX se constituyeron los primeros museos
Norteamericanos, como el de la Universidad Yale, que tiene su origen en la colección
privada de James J. Jarves, legada en 1867. En el siglo XIX, la sociedad acepta
la idea de museo público, estas instituciones comienzan a adquirir un auténtico
protagonismo e influencia sociocultural.
Ahora
que hemos recorrido vertiginosamente cada una de las etapas históricas del
coleccionismo y su evolución hasta llegar a lo que hoy conocemos como museo,
nos ocuparemos de conocer más sobre los museos.
El Museo según el Consejo Internacional de
Museos (ICOM).
Este Consejo Internacional define museo como: una institución de
carácter permanente y no lucrativo al servicio de la sociedad y su desarrollo,
abierta al público que exhibe, conserva, investiga, comunica y adquiere, con
fines de estudio, educación y disfrute, la evidencia material de la gente y su
medio ambiente.
Los
museos tienen la función de conservar y divulgar el patrimonio científico,
tecnológico y cultural de una nación, así como el universal, convirtiéndose en recintos propicios para aprender, valorar,
conocer, cuidar, apreciar y atesorar el conocimiento.
Museología y Museografía
Existen
dos conceptos que van estrechamente ligados al museo y son la museografía y la
museología.
El
ICOM puntualiza las definiciones siguientes sobre los conceptos que nos ocupan:
La
Museología es “la ciencia del museo; estudia la historia y la razón de ser de
los museos, su función en la sociedad, sus peculiares sistemas de
investigación, educación y organización, la relación que guarda con el medio ambiente
físico y la clasificación de los diferentes tipos de museos”.
La
museografía surge en 1727, y “es la técnica que expresa los conocimientos
museológicos en el museo. Trata sobre la arquitectura, ordenamiento de las
instalaciones, aspectos técnicos, asuntos administrativos, conservación de
fondos, cuestiones estructurales del edificio y exhibición de piezas”.
Henri
Riviére los define de la forma siguiente:
La
museología es “una ciencia aplicada, la ciencia del museo. Estudia la historia
y la función en la sociedad, las formas específicas de investigación
conservación física, de presentación, animación y difusión, de organización y funcionamiento,
la arquitectura nueva o rehabilitada, los emplazamientos admitidos o
seleccionados, la tipología, la deontología”. (1981)
La
museografía “es un conjunto de técnicas y prácticas, aplicadas al museo”
(1981).
Conforme
a los estatutos del ICOM adoptados durante la 22ª Conferencia general de Viena
(Austria) en 2007: “Un museo es una institución permanente, sin fines de lucro,
al servicio de la sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva,
estudia, expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad
con fines de estudio, educación y recreo.”
Crep
exterioriza que el museo es: “Cómodo y bello, funcional y estético,
arquitectónico y plástico” (1934)
Poli
dice: “El museo es un medio de comunicación, el único dependiente del lenguaje
no verbal, de objetos y fenómenos demostrables”. 1976
Museos definidos por distintos
autores
Con la finalidad
puntualizar el concepto de museo, se pone a su disposición varias definiciones de
museo.
La
definición de museo por parte del Consejo Internacional de Museos ICOM
(artículo 2) es: “Un museo es una institución de carácter permanente y no
lucrativo al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público que
exhibe, conserva, investiga, comunica y adquiere, con fines de estudio,
educación y disfrute, la evidencia material de la gente y su medio ambiente”.
Espasa
Calpe 1918 dice del museo: “Edificio o lugar destinado para el estudio de las
ciencias, letras y artes. Lugar en el que se guardan curiosidades pertenecientes
a la ciencia y las artes como la pintura, medallas, máquinas y armas”
Foyles
menciona el museo es: “Institución en la que la meta es la conservación de los
objetos que ilustran los fenómenos de la naturaleza y los trabajos del hombre y
la utilización de estos objetos para el desarrollo de los conocimientos humanos
y la ilustración del pueblo” (1929).
Eliseef
manifiesta sobre el museo lo siguiente: “Un conjunto, especializado o diverso,
en el que las funciones son múltiples. El punto común de todos los museos es el
interés que reportan al patrimonio natural y cultural de la humanidad”
(1970-71)
Crispolti
señala que el museo es: “Servicio cultural, público, relacionado con la
documentación y con la experiencia de las inquietudes figurativas, visuales y
objetuales de nuestro siglo. Servicio activo y no sólo centro de conservación
de obras aunque solo sea en un sentido no estadístico” (1971).
“El museo tiene la función de
transmitir una herencia, de generación en generación, a través de la
conservación de las obras. El museo como institución surge con el doble
objetivo de abrirse al público y desarrollar el carácter enciclopédico de las
colecciones, conservadas fuera de su contexto original”.
El museo no es la meta, sino el
medio. Así pues se concibe el museo como el marco del sistema museológico.
Según la tipología que establece
la ICOM podemos distinguir cuatro grandes bloques de museos:
a) de arte: son los más tradicionales y
reúnen objetos por su valor estético, categoría artística reconocida crítica.
b) históricos: los museos históricos pueden
contener esencialmente obras de arte, pero su objeto es narrar de forma
cronológica un período determinado.
c) etnográficos: en estos museos la estética
del objeto prácticamente desaparece. También se pierde de vista la cronología
como elemento esencial. Su meta, de acuerdo con los principios de la Antropología,
es luchar contra el etnocentrismo, mostrar la diversidad de las culturas y
propiciar el respeto a las mismas.
d) de ciencias: su campo de acción es
complejo e inmenso: ciencias naturales y el desarrollo técnico de la humanidad
a lo largo de la Historia. En ellos, la investigación ha tenido un papel
prioritario.
Ahora bien en la Ciudad de México
existen más de cien museos, unos auspiciados por el Gobierno Federal,
otros por el Gobierno del Distrito Federal y otros por la Iniciativa Privada.
En algunos museos el acceso es gratuito, en
otros hay promociones para estudiantes y para adultos mayores con credencial del INAPAM y en algunos
otros sí tiene costo el ingreso al museo.
En el gran abanico de museos ubicados en
nuestra ciudad capital podemos encontrar de índole histórica, biológica, tecnológica,
cultural por mencionar algunos.
Estimado lector nacional y extranjero cuando visite
nuestra Ciudad de México haga un espacio que le permita acceder a un museo o a varios.
Me permito enlistar algunos museos, que son
interesantes, sin menoscabo del interés que tienen los demás:
Museo del Automóvil
Amigos y amigas de aquí y del mundo, la Ciudad
de México te espera con los brazos abiertos para que disfrutes de todo lo que te
ofrece y tu estancia sea placentera e inolvidable.
¡ Hasta la próxima !
(http:/rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/9884/7marco%20SUCH,%20MAR%C3%Ada
6.pdf)
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