LA SOCIOLOGÍA DE ERVING GOFFMAN.
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Al estudiar a diferentes sociólogos contemporáneos durante este
cuatrimestre y estar recabando información para integrarla al marco teórico de
nuestro proyecto integrador, sentimos que la teoría de Goffman se puede
insertar en nuestro texto a efecto de puntualizar algunos comportamientos que
describimos oportunamente.
La sociología de Erving Goffman consiste en el análisis de las
interacciones, o sea lo que ocurre cuando al menos dos individuos se encuentran uno frente al otro.
Goffman se pregunta sobre las formas en que dan dichas interacciones,
las reglas a las que responden, los roles que cumplen los actores implicados y
el «orden» específico.
Al redactar su tesis, defendida en 1953, Goffman afirma su
intención de analizar la «interacción en nuestra sociedad», que se le presenta
ya en esa época «como [un] tipo de orden social» (Winkin, 1988a, p. 56).
Algunos meses antes de su muerte, en 1982, en su discurso dirigido
a la American Sociological Association, vuelve a exponer lo que ha sido su principal
preocupación «... conseguir que se aceptase como analíticamente viable
esta área “cara a cara”, que puede denominarse el orden de la interacción,
por ponerle un nombre cualquiera» (Goffman,1983/1991, pp. 173-174).
Goffman es consciente de que es el único que analiza las
interacciones como un objeto de análisis específico.
Otros investigadores analizan las interacciones desde arriba, o
desde abajo. Desde arriba, cuando estudian las interacciones en cuanto que
éstas ilustran el funcionamiento de una organización, o muestran cómo se
relacionan. Desde abajo, cuando se trata de comprender las interacciones a
partir de los intereses y móviles de los actuantes presentes o, incluso, en función
de las representaciones que dichos actuantes tienen de los otros en la
interacción (Williams, R., 1988/2000, p. 77).
La sociología de Goffman parece responder no sólo a una intención
clara, sino, sobre todo, a una meta que busca de modo constante durante toda su
carrera.
Frente al análisis, la producción de Goffman se diversifica e
incluso está llena de contrastes y la mayoría de las obras que publica toman a
las interacciones como objeto de análisis, pero las abordan desde ángulos muy
diversos, que se remiten a varias metáforas (Branaman, 1997).
Observando las interacciones como representaciones teatrales,
Goffman nos hace prestar atención al «medio» en el que se mueven los actuantes,
a la «máscara» que llevan puesta, al «rol» que desempeñan; con estos elementos,
los actuantes tratan de controlar las impresiones de su público. En esta
metáfora consideramos que sería el primer punto de contacto entre lo que maneja
Goffman y los actores que intervienen en las campañas políticas. El medio es
cada mitin o acto político masivo en que se mueven los candidatos, que máscara o
máscaras llevarán puestas cada uno de los candidatos. La máscara estará en
función de sus interlocutores o en función de qué. El rol que juegan todos los
actuantes dependerá del lugar físico en que se lleve a cabo el acto de campaña
o de que circunstancia.
En otros pasajes de su obra, Goffman considera que todos nuestros actos
en interacción constituyen ritos que manifiestan, bajo una forma
convencional, el valor sagrado que es propio de cada individuo. Cada partido
político conforme a su ideología, sus principios, estatutos y plan de acción
han diseñado una serie de ritos que llevan a cabo en el momento indicado,
algunos de estos ritos se practican desde hace muchos años; ahora será el
escenario propicio para que los cambien, actualicen o adecuen al momento
histórico que se vive.
En otros, considera las interacciones como juegos en los
cuales los actuantes se comportan como estrategas, como seres calculadores, y
en los que manipulan información para lograr sus fines. Sería motivo de
análisis más detallado intentar saber que tipo de juego realiza cada candidato
para lograr sus metas y objetivo en el proceso electoral 2012.
La
obra de Goffman se inspira en tradiciones muy diversas, como la sociología (aportaciones
de Émile Durkheim, Georg Simmel, etc.), la psicología (psicoanálisis freudiano, George Herbert Mead, etc.), la economía (teoría de los
juegos, etc.), o también la filosofía (existencialismo sartreano,
fenomenología, etc.).
Ciertos comentaristas lo
consideran el representante de una sociología que pone el acento en el rol del
actuante —lo que, según la tradición francesa, toma el nombre de individualismo
metodológico— mientras que otros ven en él a un representante de la sociología
que insiste en el peso de las estructuras: en otras palabras, del holismo
metodológico.
Algunos ven en Goffman al
sociólogo más importante de la segunda mitad del siglo XX (Collins, 1988, p.
41)
Otros estiman que sus análisis traducen las dificultades que pudo
encontrar un pequeño burgués con problemas de integración como él en el
contexto muy particular de la sociedad estadounidense de su tiempo (Boltanski,
1973/2000; Gouldner,1970/2000).
Se puede utilizar la teoría de Goffman para analizar las
realidades sociales.